sábado, 3 de noviembre de 2012

Os saludo pequeños humanoides!

En un recodo de tu largo camino se esconde una estela plateada, la cual solo puede atisbar una mísera parte de tu ser, lo bastante fuerte como para darte cuenta de su poder, algo te atrae hacia aquella estela tan extraña que osó cruzarse en tu largo camino. Pero tu camino era demasiado insulso, demasiado infestado de recuerdos negros, de maldiciones proclamadas a los cuatro vientos, de sueños imposibles, metas inacabadas... aquella estela es tu curiosidad, la curiosidad... ¿Puede llegar a ser peligrosa? Qué más dará, la estela es peligro, es aquello que te desvía del camino, lo que te hace gritar de placer y de agonía, aquel amor sin sentido que te vuelve loco pero que jamás podrás dejar, aquel atisbo de ilusión... la estela es aquello a lo que nosotros llamamos aventura. La aventura nace en nosotros desde el primer momento en el que nuestros ojos se acostumbran a nuestro alrededor. Quizás esta no se aparezca en aquel camino, el sendero que es la vida, tan programada... tan aburrida... ¿por qué será tan "de lunáticos" intentar verla de otro modo?

¿Te acuerdas de aquella mujercita que te vendía lotería tras la esquina? ¿Por qué no puede ser una malvada bruja que espere su turno para echarte un mal de ojo? O quizás recuerdes las risotadas de aquel borracho mientras se bebía su cerveza en el bar de enfrente, ¿por qué no puede ser un maldito orco que no sabe controlar sus deseos alcohólicos?  Quizás confundamos lo que veamos, quizás aquello que veamos... no sea realmente lo que vemos, quizás estemos todos ciegos. ¿Por qué no abrir nuestros ojos a la aventura? Irreal, real... son conceptos demasiado abstractos a mi entender; y demasiado aburridos a mi parecer.

¿Por qué no transportaros a mundos inhóspitos en que lo real es lo que creéis que es irreal? Un mundo en el que podamos huir todos cuando aquel que creemos que es real se nos haga una carga sobre nuestras espaldas. Por ser el mundo real no significa que tengamos que acostumbrarnos, ¡podemos divertirnos!

¿Loca? ¿Infantil? ¿Fantasiosa? Gracias, me alagáis.